Cuarenta años de los seguros de vida en Colombia
Los consumidores de seguros hoy le apuestan a su futuro y el desus familias a través de los seguros de vida.
Los seguros de vida individual y de grupo han tenido una evolución radicalmente diferente en cuarenta años: por su dinámica, la innovación de productos de vida individual ha sido escasa y el número de asegurados no se ha incrementado de manera proporcional al crecimiento de la población, además, las tasas de mortalidad han venido en descenso. En oposición, los seguros de vida grupo, primordialmente por el crecimiento de la clase media colombiana, han tenido un notorio incremento en los canales y productos a los que consumidores potenciales pueden acceder, aunque a un costo notoriamente mayor respecto al de décadas anteriores
Evolución del seguro de vida individual
El seguro de vida individual no ha tenido mayores cambios en el diseño de productos, sobresale, el surgimiento de algunos esfuerzos por vincular el seguro dotal a la edad de jubilación, aprovechando los beneficios tributarios actuales dados por la ley colombiana.
Es un hecho que este producto, considerado como de protección a largo plazo, ha visto reducida su participación en la dinámica de los seguros en Colombia. En promedio, entre 1975 y 1978 las primas emitidas del ramo de vida individual representaron el 13.7% del total de la industria aseguradora; para el periodo 2012-2015, este porcentaje bajó al 3.6%.
En términos relativos, el número de asegurados en vida individual ha decrecido. Si se considera únicamente la población expuesta al riesgo en este seguro, con la cual se han estimado las tablas de mortalidad en los últimos 30 años, vemos que los expuestos se han incrementado de 151.000 a 235.000 en promedio; sin embargo, al dividir entre la población total colombiana, se observa que mientras para mediados de la década de los ochenta el 0.73% de las personas mayores de 15 años estaban aseguradas en vida individual, para inicios de la década actual este número cayó al 0.69%. En los rangos de edad donde se incrementa el aseguramiento es entre los mayores de 50 años.
En estos cuarenta años, los principales cambios que ha experimentado el seguro de vida individual son la relación cliente-asesor y el patrón de mortalidad de la población. El perfil del cliente de seguros de vida ha cambiado a través de las décadas: es diferente el cliente de 35 años de 1976 al de 2016. La tecnología y el acceso a la información han permitido que el consumidor actual tenga más herramientas para la toma de decisiones relacionadas con los seguros Lo que no ha cambiado es la necesidad de realizar una venta exitosa para que el consumidor potencial entienda la relevancia de contar con una protección de vida individual, así la composición de las familias haya cambiado ligeramente: en 1978, los hogares de 2 a 4 personas eran el 36%, para 1990 eran el 47% y actualmente son el 69%; los hogares unipersonales han pasado del 4%
en 1978 al 10% en el 20153. El proceso de compra del seguro es diferente: menos familiar y más enfocado a la inmediatez que da la tecnología. Hace 40 años, el principal consumidor de seguros de vida individual era un jefe de hogar para quien el intermediario era como un amigo de la familia que le aconsejaba sobre la mejor opción para la compra de la póliza.
Evolución del seguro de vida grupo
El crecimiento de la clase media ha favorecido de manera importante la dinámica del seguro de vida grupo. Particularmente, en los últimos 15 años se dio un aumento significativo, al pasar de un 16% al 27% con respecto a la población total4. Una de las consecuencias del mayor ingreso de los hogares se observa en el incremento del acceso al crédito y del aseguramiento en vida grupo deudores. Mientras que a inicios de la década de los noventa las instituciones financieras desembolsaron 25.000 créditos hipotecarios por año, en el 2015 este número ascendió a 105.000. Si bien, antes de la creación del UPAC en 1973, entidades como el Banco Central Hipotecario y el Inscredial ofrecían esquemas de crédito para financiar compra de vivienda (con esquemas de captación de cédulas hipotecarias) y estos tenían cobertura de seguros de vida grupo,
con la creación de las corporaciones de ahorro y vivienda se dinamizó el ahorro y el crédito hipotecario y, con ellos, también el aseguramiento de vida grupo5 Uno de los grandes cambios en el seguro de vida grupo ha sido el esquema de distribución: hace 40 años, estaba a cargo de la fuerza de ventas tradicional, conformada por asesores especializados en seguros de vida; actualmente, depende más de otros canales. Precisamente, el desarrollo de los canales de bancaseguros y de canales masivos, junto con el crecimiento de los créditos financieros, han sido los dinamizadores de los seguros de vida grupo en las dos últimas décadas. Sin embargo, este mayor acceso a grupos de clientes potenciales no necesariamente se ha reflejado en menores tarifas del seguro, por cuenta del incremento de gastos y comisiones en el seguro de vida grupo:
En el 2001, el cociente entre gastos más comisiones sobre la prima devengada del ramo de vida grupo era del 29.3% y para el 2015 este cociente fue del 52%, debido a la remuneración pagada a las entidades financieras y agrupadores de clientes masivos para acceder a sus redes de comercialización. En los últimos años, el ramo ha tenido que enfrentar otros retos de índole jurídica y legal que limitan su desarrollo: la ley 1328 de 2010 favoreció los intereses de las compañías de servicios funerarios y restringió la participación de las aseguradoras en la oferta de este tipo de seguros y, más recientemente, decisiones de la Corte Constitucional a favor de intereses particulares de asegurados, en contra vía de normas del Código de Comercio, han incrementado la inestabilidad jurídica necesaria para ofrecer coberturas de seguros a la medida de las necesidades de los hogares colombianos. El reto presente y futuro para ampliar el mercado potencial de seguros de vida, tanto de individual como de grupo, está en lograr que cada vez más hogares demanden estos productos por canales de distribución de fácil acceso y con primas razonables que se ajusten al perfil de riesgo los asegurados, y en entregar la información suficiente a los consumidores potenciales.
